Título: Kitty Peck y los asesinos del Music Hall
Autor: Kate Griffin
Editorial: Siruela
Año edición: 2014
ISBN: 978-84-15937-74-6
Páginas: 310
Cuando vi las novedades que nos presentaba Siruela
para el primer trimestre de 2014 un título llamó poderosamente mi atención: Kitty
Peck y los asesinos del Music Hall de Kate Griffin. No conocía a la autora,
cosa nada extraña ya que es su primera obra, pero este título me sugería
tres ingredientes que me lo hacían muy atractivo. Primero, la cosa va de
misterio e intriga porque en el título ya aparecen unos asesinos. Empezamos
bien, me gusta. Segundo, la protagonista es una chica, Kitty Peck, algo que no
es inusual pero que no suele ser lo más común en esta clase de literatura.
Chicas al poder. Y tres, no se me ocurre una ambientación más adecuada
para un trama de este estilo que el Music Hall, donde confluyen espectáculo,
frivolidad, envidias y negocios turbios. Me enloquece. Como puntilla, la traducción
corre a cargo de Alejandro Palomas, autor entre otros de El
alma del mundo, un libro que me encantó. Adjudicado, tenía que
leerlo.
Londres, 1880: en el distrito portuario de
Limehouse se encuentra un lugar conocido como El Paraíso, un
territorio regido por reglas propias y en el que gobierna su
particular reina: Lady Ginger, la dueña de varios cabarés de tres
al cuarto que allí se ubican. Cuando algunas de las trabajadoras de sus
teatros, The Gaudy, The Comet y The Carnival, empiezan a
desaparecer misteriosamente, Lady Ginger ve peligrar su negocio y recurre a
Kitty Peck, una chica de dieciocho años ayudante de costurera de los cabarés,
a quien hace chantaje para que se convierta en señuelo de los
asesinos. En la consecución de su objetivo Kitty participará en un
peligroso espectáculo hecho a su medida con el que alcanzará un gran éxito del
que se harán eco muchos periódicos de la ciudad. Si quieres sobrevivir en el
Paraíso lo mejor es no destacar, ni para bien ni para mal. Lo más conveniente
eso pasar desapercibido. Pero ella necesita destacar para atraer a quien está
haciendo desaparecer a las chicas. ¿El asesino picará el anzuelo?.
Me gusta la gente con
arrestos, y lo mismo les ocurre a los clientes. Esa, Kitty, es una de las
razones. La Señora y yo te hemos seleccionado. Pero en lo que hace referencia a
tus derechos, creo que pronto entenderás que no tienes mucho que decir al
respecto. Tu hermano es propiedad de la Señora, tú eres propiedad de la Señora,
yo soy propiedad de la Señora.
Todos lo somos... así
son las cosas.
Una de las cosas que más me ha enganchado a esta
novela es lo bien que está descrita la atmósfera de los lugares
por donde se mueven los personajes. Las luces y las sombras, los colores y
hasta los olores componen a ojos del lector una imagen casi pictórica de
los teatros, buhardillas o calles en donde transcurre la
acción. Y es que la forma de plasmar los ambientes como si de un lienzo se
tratara tendrá más importancia de la que aparentemente parece. Y ahí lo
dejo.
Si el Londres victoriano de señores trajeados y
apariencia seria e impoluta que organiza grandes eventos sociales y se ciñe a
rigurosos formulismos de cortesía y etiqueta nos seduce, el que realmente
nos cautiva, en cambio, es ese otro Londres más oscuro en el que Kitty se
mueve como pez en el agua. Las calles por donde se mueve la
protagonista de noche no están exentas de peligros ya que puedes
encontrarte desde marineros borrachos buscando juerga hasta
prostitutas dispuestas a todo por defender su territorio. Durante el
día el panorama mejora un poco aunque sigue apestando a miseria y
sordidez. Pero no sólo este ambiente degradado y mezquino está excelentemente
descrito en la novela. También lo está el de los cabarés donde trabaja
Kitty, el Pardillo de Limehouse, y que tiene la oportunidad de
observar desde una posición privilegiada. Las rivalidades entre las chicas
del espectáculo, el ajetreo entre bambalinas, los instintos más básicos que se
quitan el corsé en cuanto los clientes cruzan la puerta, los abusos a los que
hay que hacer la vista gorda para sobrevivir. Este lugar puede ser
escenario de las peores atrocidades perpetradas por el ser humano y mantenerlas
ocultas a los ojos del resto de la humanidad.
Las ventanas situadas a
pie de calle de la mayoría de los edificios, aparte de las tabernas, claro
está, eran negros huecos, e incluso las de más arriba, en la medida que pude
ver algo, tenían las contraventanas cerradas o las cortinas totalmente
corridas. Era esa clase de noche en que Londres pierde la confianza en sí
misma, entorna las puertas, prende las lámparas y
cierra los ojos. Abuela Peck habría encendido el fuego en una noche así y nos
habría hecho sentar a Joey y a mí cruzados de piernas sobre su vieja
alfombrilla de nudos mientras nos contaba historias de espíritus y de hadas
malignas.
Narrada en primera persona por la
propia Kitty la novela se lee sin dejarte tiempo a despegar los ojos de
sus páginas. El ritmo jamás decae gracias al magnetismo del personaje
principal pero también a personajes tan carismáticos como Lady Ginger, una
decrépita anciana fumadora de opio o Lucca, el atormentado y deforme amigo
de la protagonista. Kitty tiene mucha fuerza, es una chica inteligente
y decidida a la que su inconformismo e insolencia le han traído más
de un disgusto. En su investigación tendrá que salvar numerosos
obstáculos, tentaciones, frustraciones y desesperación. Secretos familiares, un macabro
cuadro, varios anónimos, amenazas veladas, desapariciones sin explicación,
insistentes galanes con intenciones dudosas, el I Ching, mitos griegos,
caóticos periodistas con tics nerviosos. Las piezas del rompecabezas deben ser
encajadas y no hay demasiado tiempo o alguien morirá.
"Jamás hay que jugar
a los dados con el diablo porque siempre gana él"
Kate Griffin ha logrado un thriller brillante que
aunque no es de los que te tienen despistado hasta el final sobre quién es el
asesino sí mantiene la tensión durante toda la novela proporcionando varias
posibilidades al lector e, incluso, se guarda un impactante as en la
manga para el último momento. Sin duda la recomiendo y espero que la autora
retome este personaje para futuras historias.
La portada me encanta, tomo nota de él, saludos
ResponderEliminarMe lo llevo apuntado, ya le había echado el ojo, pero tu reseña me ha convencido
ResponderEliminarBesos
Qué libro tan curioso, no me importaría darle una oportunidad. 1beso!
ResponderEliminarSe ve entretenido, y con el valor añadido para mí de la época victoriana en la que está situada la historia, aunque a decir verdad el ambiente recreado en la novela, el de los cabarets, no me resulta particularmente atractivo.
ResponderEliminarBesines,
Pues te agradezco la reseña, creo haberlo visto entre las novedades pero no me había parado mucho, la verdad. Los thriller son muy apetecibles con el calor y me gusta la ambientación (y quien traduce, obviamente, jejeje).
ResponderEliminarBesos
Pues no conocía este título. Y me has tentado, mucho que me has tentado.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues no me fijé en esta novedad en su momento, claro que cuando salen las novedades me mareo un poco ante tanto libro ;) Buen ritmo y buenos personajes... ¿apuntado!
ResponderEliminarGracias y un saludo
Pues no pinta mal, y cuando se trata de este traductor sí que me fijo en los títulos, me lo llevo. Un besote!
ResponderEliminarOye, pues me gusta. Es de esas lecturas que elijo para evadirme. Y se ve que esta lo consigue
ResponderEliminarBesos
Intriga, misterio y Music Hall: me has convencido,
ResponderEliminarbesucus
Que buena pinta. Me lo llevo :)
ResponderEliminarBs.