Título: Una reina en el estrado
Autor: Hilary Mantel
Editorial: Ediciones Destino
Año de edición: 2013
ISBN: 978-84-233-4586-1
Páginas: 496
Siempre me ha gustado la Historia. Las novelas
que además de entretenerme me aportan conocimientos sobre hechos pasados han
estado invariablemente entre mis favoritas. Una reina en el estrado toca
un tema que no me era desconocido, el reinado en Inglaterra de Enrique VIII y
su ruptura con la Iglesia católica a raíz de su divorcio de Catalina de Aragón
y posterior boda con Ana Bolena. Pero el enfoque de esta novela me ha resultado
totalmente novedoso ya es que la atención de la autora no se centra en estos
"personajes" tan notables sino en la figura de Thomas Cromwell, un self-made
man que logró subir hasta lo más alto de la escala social viniendo del
pueblo llano y ser la mano derecha del rey, su Secretario de Estado y primen
Ministro de 1532 a 1540.
Pero no quiero confundiros, no es esta novela una
novela histórica al uso, plagada de detalladas descripciones de objetos,
lugares o situaciones que nos ayudan a hacernos una composición de lugar y
ubicarnos en la trama. Es una novela, en cambio, en la que sólo hay diálogos,
acciones y pensamientos, nada más. El momento histórico es lo de
menos. Este hecho, en vez de ser un obstáculo para la historia la
enriquece, la despoja de elementos superficiales o accesorios y se centra en lo
que importa a la autora: los tejemanejes de Thomas Cromwell para el rey y los
movimientos de equilibrista que ha de hacer para conservar su favor.
"Él la ha hecho a ella reina,
ella a él ministro"
Una reina en el estrado comienza en
septiembre de 1535, Enrique VIII se ha divorciado de su primera esposa, ha
declarado nulo el matrimonio y se ha casado con Ana Bolena. Como consecuencia
se ha enemistado con el Vaticano y con el emperador Carlos V, sobrino de
Catalina. Obsesionado con la importancia de tener un hijo varón que garantice
la sucesión al trono, y tras algunos embarazos malogrados de Ana, el rey pone
pronto su amorosa mirada en otra mujer: Jane Seymour. La historia es de todos
conocida pero la perspectiva que nos plantea Hilary Mantel es totalmente
original, no son de extrañar los dos Booker Prize que ha obtenido por
la anterior novela En la corte del lobo y por esta segunda parte.
Tras un primer momento de aturdimiento ante la
forma de narrar de la autora (no negaré que me costó acostumbrarme a la rapidez
y agilidad del lenguaje y a la cantidad de nombres de personajes allegados a la
corte que aparecen) la trama nos encandila, nos arrastra cual tsunami y nos
sumerge en un fragmento apasionante de la Historia de Inglaterra. Bien es
verdad que no leí la primera parte de esta trilogía, En la corte del lobo,
por lo que el estilo de la autora me pilló de nuevas. Pero aquellos que, como
yo, no hayáis leído esta primera parte no os apuréis ya que el libro se lee
perfectamente bien por sí mismo aunque en el contexto de la trilogía creo que hubiese
captado muchas más sutilezas del argumento. Conocemos cuál fue el final de Ana
Bolena pero todas las maquinaciones y movimientos que se dieron para
propiciar su caída, fruto del estudio y la imaginación de la autora, conforman
una trama de la que no puedes despegarte.
"Una vez agotado el proceso
de negociación y compromiso,
una vez que os habéis propuesto la destrucción de un enemigo,
esa destrucción debe ser rápida y debe ser perfecta.
Antes de que lleguéis a mirar siquiera en su dirección, debéis tener ya su nombre en una orden de detención, los puertos bloqueados, a su esposa y a sus amigos comprados, a su heredero bajo vuestra protección, su dinero en vuestra bóveda de seguridad y su perro corriendo cuando vos silbéis.
Antes de que despierte por la mañana, deberíais tener ya el hacha en la mano".
una vez que os habéis propuesto la destrucción de un enemigo,
esa destrucción debe ser rápida y debe ser perfecta.
Antes de que lleguéis a mirar siquiera en su dirección, debéis tener ya su nombre en una orden de detención, los puertos bloqueados, a su esposa y a sus amigos comprados, a su heredero bajo vuestra protección, su dinero en vuestra bóveda de seguridad y su perro corriendo cuando vos silbéis.
Antes de que despierte por la mañana, deberíais tener ya el hacha en la mano".
Como digo, quién centra la atención de la autora
y es protagonista absoluto del libro es Thomas Cromwell: "Consejero del
Rey, primer magistrado de la Cámara de los Lores, secretario del Rey y canciller
de la Universidad de Cambridge". Todo un descubrimiento para mí. Un
tipo avanzado a su tiempo, con unas ideas totalmente modernas. Un estadista que
se ya se planteaba una especie de "seguridad social" que protegiese a
los trabajadores con el dinero recaudado mediante impuestos a los
ricos, que creía en la igualdad de oportunidades para la mujer o en
"liberar" los bienes de la iglesia para que el pueblo pudiese
disfrutarlos. Un tipo que ya en el siglo XVI se dedicaba a salvaguardar la imagen
del rey, algo así como un manager, asesor de imagen o relaciones públicas
de hoy en día, y que lo mismo hacía las labores de diplomático con los
embajadores de países vecinos que llevaba los recados amorosos del Tudor. Un
hombre que jugó el peligroso juego del poder y que fue ganándose importantes
enemigos. Que tuvo que hacer malabarismos para no perder el favor de un rey
caprichoso pero que era muy consciente de la fragilidad de su situación. Una
especie de capo de la mafia al servicio de Su Majestad recién estrenada la Edad
Moderna que bajo una apariencia cortés y sosegada tuvo también sus
miedos y tribulaciones.
"El también pensó una vez que podría morir de dolor:
por su esposa, sus hijas, sus hermanas, su padre y maestro, el cardenal.
Pero el pulso, obstinado, mantiene su ritmo.
Crees que no puedes seguir respirando, pero el costillar tiene otra opinión, sube y baja,
emite suspiros. Debes vivir a pesar de ti mismo; y para que lo hagas,
Dios te arranca el corazón de carne y te da un corazón de piedra".
Si algo podemos sacar en claro de esta lectura es
que, a veces, la realidad nos da argumentos dignos de la mejor ficción y que
con Una reina en el estrado Hilary Mantel ha conseguido darnos una
visión muy actual de una historia de hace siglos. Una trama de sobornos,
amenazas y conspiraciones digna de la mejor novela negra contemporánea.
"Puedes ser alegre con el
rey, puedes compartir un chiste con él.
Pero, como solía decir Thomas Moro, es como jugar con un león domesticado.
Le acaricias la melena y le tiras de las orejas,
pero estás pensando todo el tiempo: esas garras, esas garras, esas garras."
Pero, como solía decir Thomas Moro, es como jugar con un león domesticado.
Le acaricias la melena y le tiras de las orejas,
pero estás pensando todo el tiempo: esas garras, esas garras, esas garras."
Reseña
publicada originalmente en Momentos
de silencio compartido
Gracias a Ediciones Destino por facilitarme el ejemplar.
Gracias a Ediciones Destino por facilitarme el ejemplar.
No había leído ninguna reseña tan bien argumentada como la tuya, así que me apunto la novela. Me apetece descubrir la prosa de la autora, de la que he oído muchas alabanzas.
ResponderEliminarUn besito y feliz lunes.
Me encanta la portada y no pinta nada mal el libro, leyendo tu reseña apetece ponerse a ello...gracias por compartir tu opinión, saludos
ResponderEliminarTodo esto está muy bien, pero ese magnífico c@#~€¬n que fue Thomas Cromwell da para mucho mayor comentario. Probad a leer "En el taller de Hans Holbein" en el nº de mayo de La novela antihistórica. Descubriréis que "Una reina en el estrado" es un descenso vertiginoso a la época en la que está ambientada. Salu2
ResponderEliminarHasta hace relativamente poco no sabía que En la corte del lobo, que conseguí en un sorteo y que todavía no he leído, era la primera parte de la trilogía a la que también pertenece esta novela, así que como tengo las dos creo que empezaré por orden. Me ha llamado mucho la atención lo que comentas de la forma de narrar de esta escritora. Un beso.
ResponderEliminarA mí desde un principio no me llamó la atención y sigue sin hacerlo. pero estupenda reseña
ResponderEliminarÉste lo tengo esperando
ResponderEliminarMe has tentado mucho con este libro. Lo había visto por las estanterías pero no me había detenido a echarle un ojito. Y me has convencido.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues sí que tiene buena pinta, parece que me va a gustar.
ResponderEliminarDe las reseñas más completas que he visto, es uno de esos libros que no me termina de llamar, pero con los que voy cambiando de opiniónconforme veo las reseñas. Un besote!
ResponderEliminarCromwell es un personaje ehistórico que simplemente odio. me apunto el libro a ver si aprendo algo más de él.
ResponderEliminarAunque la novela histórica no es lo mío, veo que como dices no es al uso, por lo tanto puede que le dé una oportunidad. Besos.
ResponderEliminarMe gusta la novela histórica y el período histórico, aunque no es de mis favoritos, me interesa. Tomo nota. Ah, y estupenda reseña, como siempre.
ResponderEliminarBesos,
Tengo muchas ganas de leer este libro en concreto, llevo tras la autora un montón de tiempo =)
ResponderEliminarBesotes
Me quedo con el título, me llama mucho la atención Enrique VIII y todo lo que le rodea. Aunque Ana Bolena no es santo de mi devoción...
ResponderEliminarBesos!
A mi me encantó, más incluso que su primera parte. Es una época que a mí también me apasiona, así que le dediqué una semana.
ResponderEliminarUn beso.