miércoles, 7 de mayo de 2014

"Za Za, emperador de Ibiza" de Ray Loriga


Título: Za Za, emperador de Ibiza
Autor: Ray Loriga
Editorial: Alfaguara
Año edición: 2014
ISBN: 9788420475103
 Páginas: 216
 
 
Miedo me daba estrenarme con este autor. Sabía que su manera de escribir no es muy usual y dudaba que mis gustos encajaran bien  con esa parquedad de adjetivos y esas descripciones tan concisas y superficiales propias del realismo sucio, movimiento al que se suele asociar al autor. Me gusta que  se creen ambientes y se sugieran cosas pero me parecía tan difícil lograrlo con la mínima expresión que al fin la curiosidad venció al miedo y, gracias a la generosidad de Trescatorce, la administradora del blog Rock & Roll Dreams, pude hacerme con un ejemplar. No sé si el autor bebe o no de esa corriente literaria antes citada, no he leído tanto como para poder identificarlo, pero sí que me he encontrado con una voz narativa muy particular que impacta por su precisión y estética minimalista. Za Za, emperador de Ibiza realmente me ha sorprendido. Me ha convencido esa capacidad para contextualizar la narración y para provocar en el lector el estado de ánimo idóneo para abordar la lectura. Porque para leer esta novela debemos liberarnos de prejuicios e ir dejándonos sorprender por el devenir de la historia.

Zacarías Zaragoza Zamora, alias Za Za, es un dealer retirado, lo que viene a ser un camello pero con un poco más de caché. Ahora lo único que quiere es disfrutar tranquilo de su retiro en Ibiza, sin destacar, pasando desapercibido a los ojos del resto del mundo.  Un buen día empiezan a sucederse en torno a él inexplicables casualidades que ni el protagonista ni el lector sabremos relacionar: ZAZA también es el nombre de un gigantesco yate de lujo que aparece amarrado en el puerto así como el de una nueva droga que otorga una felicidad completa sin causar daños físicos ni mentales. Y Za Za de repente se ve envuelto en un embrollo que no comprende pero que le convierte sin comerlo ni beberlo en el futuro emperador de la isla.


Más allá de la aparente superficialidad de sus personajes o situaciones lo que realmente importa en Za Za, emperador de Ibiza es la historia en sí, una atípica historia con mucho más trasfondo del que podemos adivinar a echando un simple vistazo a la sinopsis. Lo que Ray Loriga nos plantea en esta novela es una especie de juego en el que el lector ve cómo los protagonistas se dejan llevar por una voluntad superior que los maneja a su antojo hacia de la liberación de sus impulsos reprimidos o sus propensiones más ocultas. Y mientras el autor juega con los personajes y con nosotros por el camino se divierte ironizando sobre los recortes del Gobierno, sobre la moda en general y la ibicenca en particular, los medios de comunicación sensacionalistas, las ansias de independencia territorial, el espionaje industrial, la industria de la diversión y todo lo que se le ponga por delante.


"¿De veras piensan pedir la independencia?
De veras que sí.
Pero ¿creen que eso es posible?
En realidad no, pero entre los tecnicismos constitucionales, trámites legales, consultas populares, protestas de grupos mayoritarios, contraprotestas de grupos minoritarios, intervención del Gobierno central, obispos, misas, dogmas, cantautores, colectivos gays, lesbianas, integristas verdes, los panolis del carril bici y demás fanfarrias sociopolíticas, el proceso se hará eterno y más en esta isla en la que a nadie le importa un carajo la política, la ley, las bicicletas o la independencia..."


La sensación que he tenido al leer Za Za, emperador de Ibiza es la de estar presenciando un gran despropósito, como si alguien bajo los efectos de la misma droga a la que se alude en el libro se entretuviese en confundir a los personajes y al lector. Durante toda la lectura he ido un poco perdida, como el protagonista, pero decidida a dejarme llevar yo también y ver dónde me quería llevar Loriga. Creo que eso es lo que buscaba el autor y por supuesto que lo consigue. El tono pretendidamente difuso en el que está narrada la novela y la escritura sin guiones en los diálogos, con frases cortas y contundentes, crean un estado casi de ansiedad en el lector que sigue sin calmarse cuando llegamos al final que dota a todo de un sentido. El desenlace es realmente inquietante, un gran final aunque más o menos previsible, que da  mucho que pensar o reflexionar y, para mí, ha salvado una lectura que me tenía turbada.  Repetiré con Loriga, me ha dejado con ganas de más.
 
 "El infierno, al fin y al cabo, no es más que el eterno segundo que uno pasa en el lugar
que uno cree que le corresponde. Y en ese lugar vivimos todos.
 
 
 
 

martes, 6 de mayo de 2014

"El jardín de Dachau" de Ellen Marie Wiseman



Título: El jardín de Dachau
Autor: Ellen Marie Wiseman
Editorial: Bóveda
Año edición: 2014
ISBN: 978-84-15497-33-2
Páginas: 560

Cuando una novela trata de cosas tan duras como los campos de exterminio nazis una no puede evitar que los sentimientos se le revuelvan y se subleven. Me pasa siempre a pesar de tener asumida una realidad tan horrenda y abominable que sufrieron millones de personas de toda condición. Con El jardín de Dachau he padecido, he luchado, he esperado, he ansiado, me he cabreado, me he revelado. También he disfrutado leyendo una buena historia aunque emplear el verbo disfrutar en este caso se me haga cuesta arriba. En definitiva, la he vivido y de eso se trata.

Esta novela es uno de esos casos en los que a pesar de conocer de antemano que tendremos que hacer frente a los horrores que se cometieron contra los judíos en los campos de trabajo nazis y que, en ocasiones, habremos de parar de leer para recomponer nuestros sentimientos, quieres continuar leyendo con la esperanza de que algo bonito surja de tanta crueldad, algo como un jardín en medio de un campo de concentración.

Nos encontramos en Hessental, un pequeño pueblo alemán, donde los ecos de las barbaridades que empieza a cometer el régimen de Hitler llegan muy atenuados. El país se encuentra al borde de provocar la Segunda Guerra Mundial pero Christine, a sus diecisiete años, no empieza a ser consciente de esta situación hasta el día en que descubre que su amor secreto por Isaac Bauerman, el hijo de la familia judía para la que trabaja, es correspondido. El que debería ser un día maravilloso en la vida de una adolescente se convierte en un infierno en cuestión de minutos cuando Christine descubre un cartel anunciando una nueva ley que le impide relacionarse con los judíos y trabajar para ellos. El lector puede hacerse una idea de las pruebas que su amor tendrá que superar, si es que ambos logran sobrevivir a la guerra. Y aquí comienza la historia de Christine e Isaac, y la de sus familias: una judía, perseguida y denigrada, la otra alemana y aria, protegida por el régimen pero no de los bombardeos ni de los racionamientos. Ninguna a salvo del miedo. Cuántas historias de amor truncadas, cuántos sueños extinguidos. Cuánto horror. Maldita sea.


"Mientras el mundo exterior se agitaba en completo desorden, Christine e Isaac hablaban y reían, meciéndose al son de la música que él tarareaba en voz baja, 
a resguardo de la lluvia y ocultos en el túnel con suelo de tierra. 
Hacían planes para ciando el mundo volviera a estar cuerdo, y rogaban para que ese tiempo no tardara demasiado en llegar. Pero a medida que pasaban las semanas 
empezaron a preguntarse si aquello sucedería alguna vez."

 
Con Christine como hilo conductor y protagonista de la historia seremos testigos de la desesperación ocasionada por la guerra, sufriremos los problemas de abastecimiento que, afortunadamente, en el campo fueron más llevaderos que en las ciudades, oiremos el silencio atronador de un búnquer bajo un bombardeo enemigo, experimentaremos el miedo paralizante de los civiles ante la Gestapo, lloraremos por la pérdida de la inocencia en los ojos de Heinrich, Karl y María, los hermanos de Christine, o padeceremos el sufrimiento de los soldados que participaron en la ofensiva a Rusia. Pero también apreciaremos la belleza de las pequeñas cosas, como un baño tras meses sin poder hacerlo, o un desayuno cuando no te has echado nada a la boca en días o de una mirada de complicidad cuando sólo los ojos pueden hablar.
 

"¿Cuánto puede vivir una persona temiendo la muerte hasta que se temor resulte insoportable?"


Christine es un ejemplo de entereza y coraje ante las adversidades pero también de esperanza y de solidaridad. Una niña que tiene que madurar de repente y que es fiel a su corazón a pesar de las imposiciones y prohibiciones de un régimen asfixiante y de una guerra atroz. Los personajes secundarios también están muy bien definidos, como Mutti o Vater, sus padres que harán todo lo necesario para cuidar de los suyos. María, la hermana menor de Christine ha sido un personaje que me ha causado mucha ternura, abnegada hija y admiradora de su hermana mayor que será una de las que más sufra por sinsentido de la guerra. Quizá el personaje más difuminado sea Isaac, precisamente porque sabemos de él al principio pero no volvemos a encontrarle hasta bien pasada mitad de la novela cuando ya es una sombra de lo que fue.

Dachau es también un escenario importante dentro de esta novela, un lugar de recuerdo ignominioso que simboliza la locura extrema de un hombre que cometió los mayores crímenes en nombre de la pureza de la raza. Un lugar infame donde se respira a atrocidad, alimentado por vagones de seres humanos convertidos en despojos, donde millones de zapatos esperan ser calzados por sus dueños que ya nunca regresarán, un sitio vacío de humanidad. Un lugar, sin embargo, donde la autora nos plantea la posibilidad de que hubiese oficiales que no estuvieran de acuerdo con los métodos allí utilizados. Yo quiero pensar que así fue, que alguno fue capaz de cuestionar la ideología y aborrecer los procedimientos aunque su voz no fuese escuchada.

"La primera vez que vi el crematorio sentí ganas de entrar en las cámaras con los que llevaban. Pero luego comprendí que soy un testigo de sus asesinatos. Si sigo vivo cuando esto termine, 
le contaré al mundo lo que de verdad ha sucedido aquí." 


Algunos de los hechos que se cuentan en El jardín de Dachau están basados en las vivencias de la madre de la autora, alemana de nacimiento, y que ésta decidió ficcionar cuando visitó Alemania y fue consciente del contraste entre la belleza del lugar y las cosas tan horribles que allí sucedieron.
El jardín de Dachau es un libro que no deja indiferente, que se deja leer aunque en algunos momentos debas parar a recomponerte y que te implica en la historia que transmite. La novela nos cuenta los horrores de una guerra que truncó vidas, rompió amistades y afloró lo peor de mucha gente pero, sobre todo, transmite un mensaje de lucha y búsqueda de la felicidad por encima de todo.

jueves, 1 de mayo de 2014

"Kitty Peck y los asesinos del Music Hall" de Kate Griffin


Título: Kitty Peck y los asesinos del Music Hall
Autor: Kate Griffin
Editorial: Siruela
Año edición: 2014
ISBN: 978-84-15937-74-6
Páginas: 310

 
 
Cuando vi las novedades que nos presentaba Siruela para el primer trimestre de 2014 un título llamó poderosamente mi atención: Kitty Peck y los asesinos del Music Hall de Kate Griffin. No conocía a la autora, cosa nada extraña ya que es su primera obra, pero este título me sugería tres ingredientes que me lo hacían muy atractivo. Primero, la cosa va de misterio e intriga porque en el título ya aparecen unos asesinos. Empezamos bien, me gusta. Segundo, la protagonista es una chica, Kitty Peck, algo que no es inusual pero que no suele ser lo más común en esta clase de literatura.  Chicas al poder. Y tres, no se me ocurre una ambientación más adecuada para un trama de este estilo que el Music Hall, donde confluyen espectáculo, frivolidad, envidias y negocios turbios. Me enloquece. Como puntilla, la traducción corre a cargo de Alejandro Palomas, autor entre otros de El alma del mundo, un libro que me encantó. Adjudicado, tenía que leerlo. 

Londres, 1880: en el distrito portuario de Limehouse se encuentra un lugar conocido como El Paraíso, un territorio regido por reglas propias y en el que gobierna su particular reina: Lady Ginger, la dueña de varios cabarés de tres al cuarto que allí se ubican. Cuando algunas de las trabajadoras de sus teatros, The Gaudy, The CometThe Carnival, empiezan a desaparecer misteriosamente, Lady Ginger ve peligrar su negocio y recurre a Kitty Peck, una chica de dieciocho años ayudante de costurera de los cabarés, a quien hace chantaje para que se convierta en señuelo de los asesinos. En la consecución de su objetivo Kitty participará en un peligroso espectáculo hecho a su medida con el que alcanzará un gran éxito del que se harán eco muchos periódicos de la ciudad. Si quieres sobrevivir en el Paraíso lo mejor es no destacar, ni para bien ni para mal. Lo más conveniente eso pasar desapercibido. Pero ella necesita destacar para atraer a quien está haciendo desaparecer a las chicas. ¿El asesino picará el anzuelo?.

 

Me gusta la gente con arrestos, y lo mismo les ocurre a los clientes. Esa, Kitty, es una de las razones. La Señora y yo te hemos seleccionado. Pero en lo que hace referencia a tus derechos, creo que pronto entenderás que no tienes mucho que decir al respecto. Tu hermano es propiedad de la Señora, tú eres propiedad de la Señora, yo soy propiedad de la Señora.
Todos lo somos... así son las cosas

 

Una de las cosas que más me ha enganchado a esta novela es lo bien que está descrita la atmósfera de los lugares por donde se mueven los personajes. Las luces y las sombras, los colores y hasta los olores componen a ojos del lector una imagen casi pictórica de los teatros, buhardillas o calles en donde transcurre la acción. Y es que la forma de plasmar los ambientes como si de un lienzo se tratara tendrá más importancia de la que aparentemente parece. Y ahí lo dejo.

Si el Londres victoriano de señores trajeados y apariencia seria e impoluta que organiza grandes eventos sociales y se ciñe a rigurosos formulismos de cortesía y etiqueta nos seduce, el que realmente nos cautiva, en cambio, es ese otro Londres más oscuro en el que Kitty se mueve como pez en el agua. Las calles por donde se mueve la protagonista de noche no están exentas de peligros ya que puedes encontrarte desde marineros borrachos buscando juerga hasta prostitutas dispuestas a todo por defender su territorio. Durante el día el panorama mejora un poco aunque sigue apestando a miseria y sordidez. Pero no sólo este ambiente degradado y mezquino está excelentemente descrito en la novela. También lo está el de los cabarés donde trabaja Kitty, el Pardillo de Limehouse,  y que tiene la oportunidad de observar desde una posición privilegiada. Las rivalidades entre las chicas del espectáculo, el ajetreo entre bambalinas, los instintos más básicos que se quitan el corsé en cuanto los clientes cruzan la puerta, los abusos a los que hay que hacer la vista gorda para sobrevivir.  Este lugar puede ser escenario de las peores atrocidades perpetradas por el ser humano y mantenerlas ocultas a los ojos del resto de la humanidad.

 

Las ventanas situadas a pie de calle de la mayoría de los edificios, aparte de las tabernas, claro está, eran negros huecos, e incluso las de más arriba, en la medida que pude ver algo, tenían las contraventanas cerradas o las cortinas totalmente corridas. Era esa clase de noche en que Londres pierde la confianza en sí misma, entorna las puertas, prende las lámparas y cierra los ojos. Abuela Peck habría encendido el fuego en una noche así y nos habría hecho sentar a Joey y a mí cruzados de piernas sobre su vieja alfombrilla de nudos mientras nos contaba historias de espíritus y de hadas malignas.

 

Narrada en primera persona por la propia Kitty la novela se lee sin dejarte tiempo a despegar los ojos de sus páginas. El ritmo jamás decae gracias al magnetismo del personaje principal pero también a personajes tan carismáticos como Lady Ginger, una decrépita anciana fumadora de opio o Lucca, el atormentado y deforme amigo de la protagonista. Kitty tiene mucha fuerza, es una chica inteligente y decidida a la que su inconformismo e insolencia le han traído más de un disgusto. En su investigación tendrá que salvar numerosos obstáculos, tentaciones, frustraciones y desesperación. Secretos familiares, un macabro cuadro, varios anónimos, amenazas veladas, desapariciones sin explicación, insistentes galanes con intenciones dudosas, el I Ching, mitos griegos, caóticos periodistas con tics nerviosos. Las piezas del rompecabezas deben ser encajadas y no hay demasiado tiempo o alguien morirá.

 

"Jamás hay que jugar a los dados con el diablo porque siempre gana él"

 

Kate Griffin ha logrado un thriller brillante que aunque no es de los que te tienen despistado hasta el final sobre quién es el asesino sí mantiene la tensión durante toda la novela proporcionando varias posibilidades al lector e, incluso, se guarda un impactante as  en la manga para el último momento. Sin duda la recomiendo y espero que la autora retome este personaje para futuras historias.



 Reseña realizada para el Equipo de Redactores de Momentos de Silencio Compartido