sábado, 5 de abril de 2014

"Bridget Jones. Loca por él" de Helen Fielding


Título: Bridget Jones. Loca por él
Autor: Helen Fielding
Editorial: Planeta
Año edición: 2013
ISBN: 978-84-08-12165-7
Páginas: 480



Allá por el año 1999 leí un libro titulado El diario de Bridget Jones. Tanto me gustó que seguidamente leí  Bridget Jones: sobreviviré, la continuación que la autora sacó aprovechando el éxito que había tenido las aventuras de esta chica con incontinencia verbal, loca por encontrar una pareja y adicta a los libros de autoayuda. Disfruté mucho leyendo estos libros, me parecieron frescos y divertidos y llegué a cogerle cariño al personaje de Bridget, con quien es fácil sentirse identificada en algún momento. Años después las novela fueron llevadas al cine con Renée Zellweger, Colin Firth y Hugh Grant, pero jamás pensé volverla a encontrar en letra impresa.

Bridget Jones. Loca por él ha sido como topar por la calle con una vieja amiga del instituto. Te alegras de saber de ella y estás deseando saber qué ha sido de su vida pero han pasado tantos años que no sabes exactamente si las dos conservaréis ese feeling que os unía antaño. En unos casos esa distancia emocional no se salva jamás. En otros, en cambio, el trecho que separa a ambas personas se recorre en apenas unos segundos. Y no sabemos muy bien por qué, pero pasa. Con el miedo y la incertidumbre de saber en cuál de estos dos casos finalizaría este encuentro, y cierto enfado hacia la autora por la revelación en los medios de un detalle que marca la vida de Bridget, abordé este tercer libro doce años después de cerrar aquel Bridget Jones: sobreviviré

Han ocurrido muchas cosas desde que dejamos de saber de Bridget y algunas, o una en concreto que no desvelaré aquí pero que es vox populi, me chocó tanto que empecé a leer con cierto recelo. Ahora ella es una señora de cincuenta y un años como cualquier otra. Cuenta con algunas arrugas, unas cuantas canas y su eternos kilitos de más pero en el fondo sigue siendo la misma Bridget, "nuestra"  Bridget, esa chica despistada e insegura que se metía en líos con una facilidad pasmosa y que anotaba compulsivamente su peso, las calorías consumidas, los cigarrillos fumados o todo aquello que fuese susceptible de ser cuantificado en un diario que mucha gente llegó a imitar. 

Jueves, 19 de abril de 2012

79 kg; unidades de alcohol: 4 (bien); calorías: 2.822 (pero es mejor comer comida de verdad en un club que trozos de queso rancio y palitos de pescado en casa); posibilidad de tener o deseo de volver a tener sexo: 0.

Bridget es una madre que ha tenido que hacerse cargo sola de sus dos hijos y siente que lleva tanto tiempo sin tener sexo que cree que ha recuperado la virginidad. Como sucede casi siempre son sus amigos Shaz, Jude y Tom quienes le dan un toque de atención y los que le ayudan a que se de de cuenta de que tiene que empezar a vivir una vida que había dejado aparcada por un tiempo para dedicase por entero a criar a los niños. A partir de aquí, intentará, como se dice vulgarmente, volver al mercado, es decir, salir con hombres y conocer nueva gente. Las nuevas tecnologías proporcionan una gran oportunidad para este propósito pero también tienen un gran peligro. Su experiencia con las páginas de contactos no será exactamente lo que ella espera así que ampliará su abanico de posibilidades de encontrar pareja abriéndose también una cuenta de Twitter. Además, resuelve que tiene que empezar a retomar su carrera profesional que sea compatible con su maternidad por lo que decide escribir un guión y buscar quién lo produzca. 


"Lloros en el cuarto de los niños. Aún con las sábanas manchadas de diarrea en la mano, me he desviado hacia la habitación y a medio camino he oído lloros rivales procedentes del cuarto de baño. Me he planteado darme al vino. Me he recordado a mí misma que soy una madre responsable, no una putilla en un pub. Me he echado a temblar, histérica, entre la habitación de los niños y el cuarto de baño. El llanto del baño iba en aumento. He entrado pensando que Mabel se habría comido una maquinilla Bic, un bote de veneno o algo parecido, pero me la he encontrado haciendo caca en el suelo con expresión culpable y espantada. Me he sentido abrumada por mi amor hacia ella. La he cogido. Ahora no hay diarrea y vomitona sólo en las sábanas, en la alfombrilla del cuarto de baño, en Mabel, etcétera, sino también en el camisón vagamente sexual"


La faceta de madre de Bridget y la situación a la que se enfrenta añade un punto de ternura a una historia que, a pesar de que he disfrutado, me ha resultado tediosa en ciertos momentos. Tiene momentos ciertamente divertidos como la charla en Twitter con unas cuantas copas de más. Pero a pesar de esos momentos y de ser una historia completamente diferente a las anteriores me parecía estar leyendo algo ya leído, más de lo mismo. Y conste que sigo encariñada con esta niña grande que da mil vueltas a las cosas, que se dispersa, que es ocurrente y divertida pero, para mi, ya no es lo que fue: Tom o Jude, sus amigos de siempre, se han quedado anclados en los treinta, Daniel Cleaver, ese canalla cautivador, ya no encanta ni a las serpientes y no os digo nada de Mark Darcy porque aún sigo enfadada con la autora.

Creo que, como se dice en las rupturas amorosas: "cariño, no es por ti es por mí". Y es cierto, quizá la que haya cambiado sea yo y este tipo de lecturas ya sólo me sirvan para paliar un poco la nostalgia de una época ya pasada. Aunque hubiese preferido que Helen Fielding hubiera dejado a Bridget para siempre con treinta y cinco años.