lunes, 17 de junio de 2013

"Una reina en el estrado" de Hilary Mantel





Título: Una reina en el estrado
Autor: Hilary Mantel
Editorial: Ediciones Destino
Año de edición: 2013
ISBN: 978-84-233-4586-1
Páginas: 496

 

 

Siempre me ha gustado la Historia. Las novelas que además de entretenerme me aportan conocimientos sobre hechos pasados han estado invariablemente entre mis favoritas. Una reina en el estrado toca un tema que no me era desconocido, el reinado en Inglaterra de Enrique VIII y su ruptura con la Iglesia católica a raíz de su divorcio de Catalina de Aragón y posterior boda con Ana Bolena. Pero el enfoque de esta novela me ha resultado totalmente novedoso ya es que la atención de la autora no se centra en estos "personajes" tan notables sino en la figura de Thomas Cromwell, un self-made man que logró subir hasta lo más alto de la escala social viniendo del pueblo llano y ser la mano derecha del rey, su Secretario de Estado y primen Ministro de 1532 a 1540. 

Pero no quiero confundiros, no es esta novela una novela histórica al uso, plagada de detalladas descripciones de objetos, lugares o situaciones que nos ayudan a hacernos una composición de lugar y ubicarnos en la trama. Es una novela, en cambio, en la que sólo hay diálogos, acciones y pensamientos, nada más. El momento histórico es lo de menos. Este hecho, en vez de ser un obstáculo para la historia la enriquece, la despoja de elementos superficiales o accesorios y se centra en lo que importa a la autora: los tejemanejes de Thomas Cromwell para el rey y los movimientos de equilibrista que ha de hacer para conservar su favor.

"Él la ha hecho a ella reina, ella a él ministro"

Una reina en el estrado comienza en septiembre de 1535, Enrique VIII se ha divorciado de su primera esposa, ha declarado nulo el matrimonio y se ha casado con Ana Bolena. Como consecuencia se ha enemistado con el Vaticano y con el emperador Carlos V, sobrino de Catalina. Obsesionado con la importancia de tener un hijo varón que garantice la sucesión al trono, y tras algunos embarazos malogrados de Ana, el rey pone pronto su amorosa mirada en otra mujer: Jane Seymour. La historia es de todos conocida pero la perspectiva que nos plantea Hilary Mantel es totalmente original, no son de extrañar los dos Booker Prize que ha obtenido por la anterior novela En la corte del lobo y por esta segunda parte.

Tras un primer momento de aturdimiento ante la forma de narrar de la autora (no negaré que me costó acostumbrarme a la rapidez y agilidad del lenguaje y a la cantidad de nombres de personajes allegados a la corte que aparecen) la trama nos encandila, nos arrastra cual tsunami y nos sumerge en un fragmento apasionante de la Historia de Inglaterra.  Bien es verdad que no leí la primera parte de esta trilogía, En la corte del lobo, por lo que el estilo de la autora me pilló de nuevas. Pero aquellos que, como yo, no hayáis leído esta primera parte no os apuréis ya que el libro se lee perfectamente bien por sí mismo aunque en el contexto de la trilogía creo que hubiese captado muchas más sutilezas del argumento. Conocemos cuál fue el final de Ana Bolena pero todas las maquinaciones y movimientos  que se dieron para propiciar su caída, fruto del estudio y la imaginación de la autora, conforman una trama de la que no puedes despegarte.

"Una vez agotado el proceso de negociación y compromiso,
una vez que os habéis propuesto la destrucción de un enemigo,
esa destrucción debe ser rápida y debe ser perfecta.
Antes de que lleguéis a mirar siquiera en su dirección, debéis tener ya su nombre en una orden de detención, los puertos bloqueados, a su esposa y a sus amigos comprados, a su heredero bajo vuestra protección, su dinero en vuestra bóveda de seguridad y su perro corriendo cuando vos silbéis.
Antes de que despierte por la mañana, deberíais tener ya el hacha en la mano".

 

Como digo, quién centra la atención de la autora y es protagonista absoluto del libro es Thomas Cromwell: "Consejero del Rey, primer magistrado de la Cámara de los Lores, secretario del Rey y canciller de la Universidad de Cambridge". Todo un descubrimiento para mí. Un tipo avanzado a su tiempo, con unas ideas totalmente modernas. Un estadista que se ya se planteaba una especie de "seguridad social" que protegiese a los trabajadores con el dinero recaudado mediante impuestos a los ricos, que creía en la igualdad de oportunidades para la mujer o en "liberar" los bienes de la iglesia para que el pueblo pudiese disfrutarlos. Un tipo que ya en el siglo XVI se dedicaba a salvaguardar la imagen del rey, algo así como un manager, asesor de imagen o relaciones públicas de hoy en día, y que lo mismo hacía las labores de diplomático con los embajadores de países vecinos que llevaba los recados amorosos del Tudor. Un hombre que jugó el peligroso juego del poder y que fue ganándose importantes enemigos. Que tuvo que hacer malabarismos para no perder el favor de un rey caprichoso pero que era muy consciente de la fragilidad de su situación. Una especie de capo de la mafia al servicio de Su Majestad recién estrenada la Edad Moderna que bajo una apariencia cortés y sosegada tuvo también sus miedos y tribulaciones.

"El también pensó una vez que podría morir de dolor:
por su esposa, sus hijas, sus hermanas, su padre y maestro, el cardenal.
Pero el pulso, obstinado, mantiene su ritmo.
Crees que no puedes seguir respirando, pero el costillar tiene otra opinión, sube y baja,
emite suspiros. Debes vivir a pesar de ti mismo; y para que lo hagas,
Dios te arranca el corazón de carne y te da un corazón de piedra".


 

Si algo podemos sacar en claro de esta lectura es que, a veces, la realidad nos da argumentos dignos de la mejor ficción y que con Una reina en el estrado Hilary Mantel ha conseguido darnos una visión muy actual de una historia de hace siglos. Una trama de sobornos, amenazas y conspiraciones digna de la mejor novela negra contemporánea.

"Puedes ser alegre con el rey, puedes compartir un chiste con él.
Pero, como solía decir Thomas Moro, es como jugar con un león domesticado.
Le acaricias la melena y le tiras de las orejas,
pero estás pensando todo el tiempo: esas garras, esas garras, esas garras."


Reseña publicada originalmente en Momentos de silencio compartido
Gracias a Ediciones Destino por facilitarme el ejemplar.

 

lunes, 10 de junio de 2013

"Y entonces sucedió algo maravilloso" de Sonia Laredo


Título: Y entonces sucedió algo maravilloso
Autor: Sonia Laredo (seudónimo)
Editorial: Ediciones Destino
Año de edición: 2013
ISBN: 978-84-233-4651-6
Páginas: 392

Nada más ver la portada de este libro recordé mi infancia, me vinieron a la imaginación bosques y hadas, aventuras y amores, cuentos inolvidables que disfruté siendo niña. La portada de "Y entonces sucedió algo maravilloso", una ilustración de Lizzy Stewart que no puede haber estado mejor escogida, evoca una sensación de paz, magia, ensoñación y belleza de los cuentos de siempre. Las dos personas que descansan fundidas y confundidas con la naturaleza, de las cuales parecen brotar flores silvestres y en cuyo regazo los pájaros encuentran refugio, son los protagonistas de esta historia que contiene todos los elementos de las fábulas que leíamos de pequeños. La sensación de estar ante un libro especial se hizo más fuerte al tenerlo en mis manos y abrirlo. Su dedicatoria, que aquí transcribo, no puede dejar más clara, su vocación de cuento, un cuento moderno, pero cuento al fin y al cabo.
 
"En jubiloso recuerdo de mis amigos los hermanos Jacobo y Guillermo Grimm.
Sin olvidarme de Hans Christian Andersen"

¿Sabíais que nuestra vida puede convertirse en una obra de arte? ¿Que teniendo en cuenta algunos ingredientes indispensables podemos hacer de ella una maravillosa aventura? Brianda Gonzaga, una editora que roza la cuarentena y que siempre se ha sentido poca cosa, se propone hacer que su vida sea mejor cuando es despedida de su trabajo. Decide que se dejará guiar por las señales que le mandan quienes siempre ha considerado sus mejores amigos, los libros, y lo abandonará todo para dirigirse a Nuba, un precioso pueblo del norte donde una librería, la Locus Docendi, y su propietario le darán la oportunidad de encontrarse por fin a sí misma.
 
 "Siempre había sabido que tenía el mundo en mis manos porque,
mientras mis manos fuesen capaces de abrir un libro,
estaba segura de que el mundo aguardaba ahí
-intacto, incontaminado, perfecto, y también dañado, impuro, vulgar-
para mi.
Y entonces,
mientras estaba en mi casa y me sentía sola, fracasada y desesperada,
me dispuse a jugar a mi juego privado de los libros, buscando consuelo.
Me prepare para seguir el camino que los libros
me indicaran sin saber que me llevaría a encontrarme con un reino mágico,
un hombre misterioso, un viejo secreto y un tesoro incalculable."

La pretensión de Sonia Laredo con este libro parece ser doble. Por un lado, quiere crear un cuento de hadas a la antigua usanza con damiselas en apuros, bosques misteriosos, extraños encuentros bajo terribles tormentas, casas encantadas, madrastras malvadas, lobos con piel de cordero y hasta un tesoro oculto. Y por otro, aprovecha para hacer un homenaje a la literatura con  multitud de referencias literarias puestas en boca de la protagonista en sus reflexiones. Toda una muestra de admiración y cariño por los libros y la literatura por lo que no es de extrañar que la profesión que ha elegido la autora para  Brianda sea la de editora. Kipling, Esopo y sus fábulas, Cervantes, Valle-Inclán, las hermanas Brönte, Lord Byron, Quevedo, Jane Austen o Lope de Vega son sólo algunos de los nombres que aparecen en estas páginas llenas de humanidad y esperanza.
 
   Si quieres hacer de tu vida una obra de arte  debes ponerle amor.
No rencor, ni odio, ni ira, ni amargura, sino amor. 
Amor del bueno.
 
La autora ha creado una especie de Caperucita moderna a la que no le faltará  el lobo que acecha por esas calles y el leñador que la salve. Todo encuadrado en el paisaje de la encantadora Nuba, un lugar del que nadie querría salir. Además de los protagonistas principales: Brianda, Tomás, don Lorenzo, Romilda o Lope, creo que es todo un acierto el hecho de que la autora nos va presentando a una serie de personajes que visitan la librería y de los cuales siempre podemos extraer alguna lección: Martina, acomplejada por la belleza de su hermana; Josué, siempre falto de tiempo, don Ciriaco, un viejo desde que era joven o "el Alcachofo", un chico dispuesto y servicial que hará buenas migas con la protagonista. De todos los personajes, sin embargo, don Lorenzo destaca entre los demás, por su sabiduría, por su amor a los libros, por su ternura envuelta en ese tosco envoltorio. En cambio a Tomás, un leñador misterioso, le he encontrado falto de entidad, demasiado desdibujado, demasiado opaco e impersonal. Algo que quizá haya sido voluntario por parte de la escritora pero que a mi me ha chirriado un poco.
 
La historia que nos propone Sonia Laredo es sin duda una bonita historia, que nos permite soñar con una vida mejor, que nos enseña que la inseguridad se puede vencer, que el cambio es posible, que podemos escribir nuestro destino y que los libros siempre son nuestros mejores compañeros. De esas historias que además de un buen sabor de boca deja un poso de optimismo en nuestro ánimo. No dejéis de visitar Nuba, la magia nunca debe perderse.
 
"Vivir consiste en atrapar el momento presente,
en tener la osadía de meterlo en la red igual que un pescador
 que no sueña con los peces que atrapará mañana,
 sino en los que pasan a su lado mientras extiende sus aperos por el agua."


 
*Gracias a la editorial Destino y a Momentos de silencio compartido
por contar conmigo para esta maratón de lectura #algomaravilloso.

 

martes, 4 de junio de 2013

"El día antes de la felicidad" de Erri de Luca


Título: El día antes de la felicidad
Autor: Erri de Luca
Editorial: Siruela
Año de edición: 2009
ISBN: 978-84-9841-294-9
Páginas: 132 
 
Esta es una de esas historias que tanto me gustan. De esas historias pequeñas de personajes insignificantes pero de las cuales podemos extraer grandes lecciones.  Don Gaetano es el portero de un edificio de viviendas de Nápoles en los años cincuenta. Bajo su mirada pasan a diario gran cantidad de personas cada cual con su bagaje de vivencias a cuestas. La experiencia en el trato con la gente ha hecho que don Gaetano desarrolle la capacidad de leer el pensamiento de las personas, es de esos que saben lo que te pasa sólo con mirarte. Y eso es lo que le paso con el protagonista de esta historia de iniciación y paso a la madurez, un joven, del que desconocemos su nombre así como él desconoce su origen. Huérfano de apenas dieciocho años que vive sólo en un cuartucho del edificio y tiene por única compañía los libros que le presta el librero don Raimondo y las partidas a la escoba que siempre pierde ante don Gaetano pero que disfruta por los relatos de la guerra que cuenta el portero. Precisamente será este último quién vele por el protagonista en ese verano en el que sufre la transición de la niñez a la edad adulta, a quien le transmita el legado de sus recuerdos y aprendizaje como una preciosa herencia.
 
Comprendí que mi miedo era tímido, para salir al descubierto necesitaba estar solo.
Allí, por el contrario, estaban los ojos de los niños por debajo y los de ella por encima.
Mi miedo se avergonzaba de salir. Se vengaría más tarde, por la noche en la cama a oscuras,
con el susurro de los fantasmas en el vacío.
 
Como cuenta el protagonista, nunca se ha sentido parte de nada, de una familia, de una comunidad e incluso de una ciudad, Nápoles, que se alzó contra la ocupación alemana y plantó cara orgullosa tal y como le cuenta don Gaetano en sus historias. Nunca ha sabido quienes eran sus padres, ni por qué lo abandonaron. Siempre se ha sentido un trozo suelto, desarraigado. Por eso tuvo que luchar para ser admitido como uno más en entre los muchachos y en clase era el único lugar donde no se sentía solo. Vive siempre esperando que ese día sea el último de soledad, que sea el "día antes de la felicidad".
 
Los relatos de don gaetano me abrían los oídos. Su voz metálica entraba a pellizcar
los nervios de la imaginación. Así podía probar el pan de la primera hornada de harina blanca,
 ver los ojos de la viejecillas trastornados ante el soldado negro, hojear entre los dedos el papel impreso del dinero nuevo que sustituía a las liras.
Escuchar a don Gaetano me hacía testigo vicario de su tiempo.
 
El verano de su dieciocho cumpleaños ocurrirán muchas cosas, pero eso tendréis que averiguarlo vosotros, no seré yo la que os lo destripe. Un judío que vivió escondido años atrás en el edificio, una viuda necesitada de sexo, una niña en una ventana que vuelve a recuperar el tiempo perdido, situaciones que ya no tienen vuelta atrás, todo tendrá lugar ese verano en el que por fin el protagonista conoce lo que es la felicidad y aprende lo duro que es el camino hacia la madurez.
 
Erri de Luca ha conseguido en muy pocas páginas crear una historia completa. Con unos trazos firmes y claros dibuja unos personajes que notamos cercanos, como si fuesen de carne y hueso. Y no sólo son los personajes, también crea una atmósfera que nos envuelve de manera que parece que estuviéramos pisando el patio de vecinos del edificio napolitano, como si paseásemos el puerto y oliésemos el salitre del mar y escuchásemos el sonido del agua chocar contra  los barcos pesqueros o mirásemos al horizonte y viésemos el Etna imponente y amenazante. Un autor con el que pienso repetir, no me cabe la menor duda.