martes, 30 de julio de 2013

'El testigo invisible' de Carmen Posadas

Título: El testigo invisible
Autora: Carmen Posadas
Editorial: Planeta
Año edición: 2013
ISBN: 978-84-08-03455-1
Páginas: 464

Cotillear, espiar, fisgar, curiosear, indagar, chismear. Sinónimos de lo que llaman "el deporte nacional": enterarse de la vida de los demás para luego darle a la sinhueso, muchas veces con una mezcla de envidia y mala leche. Pero, ignorando la acepción más negativa de estos verbos, tener curiosidad por la vida de los demás es un comportamiento muy humano y puede resultar muy útil. Cómo conoceríamos nuestra Historia si algún "cotilla" historiador no se hubiese encargado de recopilar los hechos para la posteridad.  Cómo hubiese avanzado la  sociedad si los científicos no hubiesen tenido interés por descubrir por qué se producía determinado fenómeno. La curiosidad mueve el mundo, señores. Y como la curiosidad es innata en el ser humano es comprensible que un hecho tan fundamental para el mundo del siglo XX como fue la caída del zar Nicolás II y la revolución bolchevique siga atrayendo a tantos lectores.

Carmen Posadas en El testigo invisible nos propone precisamente tener la oportunidad de conocer unos hechos de la mano de alguien que podía pasar desapercibido y ser observador privilegiado de la vida íntima de los protagonistas. ¿Qué observa el niño de la portada? ¿Qué hay tras la pequeña abertura que deja una puerta entornada?. Yo, que soy muy curiosa, ardía en deseos de saberlo. Y hete aquí que lo que hay tras esa puerta es una familia normal y corriente, con sus preocupaciones y alegrías, pero con la salvedad que se trata de la primera familia de Rusia, la del zar Nicolás II y la zarina Alejandra. Una familia cuya historia ha hecho correr ríos de tinta, cuya lujosa vida y trágica muerte ha fascinado a muchos. Aún cuando ya se sabe quiénes fueron sus ejecutores, que ningún Romanov sobrevivió a aquella noche del 17 de julio de 1918, que las Anastasias que han ido apareciendo a lo largo de los años eran impostoras  y que se han resuelto muchas incógnitas sobre su vida gracias a la documentación desclasificada posteriormente, el magnetismo de esta historia sigue vivo porque hablamos de una familia que pasó de ser de las más poderosas de Europa, de disfrutar de una vida disoluta y llena de lujos, a la pesadilla de los años de penurias en su cautiverio y posterior ajusticiamiento en un sótano a manos de los bolcheviques.


Palacio de Catalina en el complejo de Tsárskoye Seló
(Fuente: Wikipedia)
Si nos centramos en el argumento, el niño que observa tras la puerta es Leonid Sednev, un personaje real  que sirvió a los zares hasta el día en que perdieron la vida primero como deshollinador y luego como pinche de cocina, y que escapó de su terrible final la misma mañana de los acontecimientos. Posadas se sirve de la existencia de este personaje para, ayudada por la gran cantidad de documentación que existe sobre la familia imperial (incluidos algunos diarios personales), novelar los últimos años de los Romanov de una manera magistral.
 

El pequeño Leonid trabaja como water-baby (o deshollinador) para la familia imperial rusa en su residencia de Tsárskoie Seló. Su pequeño tamaño debido a su corta edad le convierte en el idóneo para desempeñar unas tareas que implican colarse por los conductos de ventilación del palacio. Así Leonid, junto con su amigo el enano Iuri, recorre las estancias del impresionante y lujoso edificio sin que quienes las ocupan sean conscientes de su silenciosa presencia. Desde allí descubrirá su vocación de voyeur y podrá verlos desde una posición privilegiada, sin ser advertido, invadiendo su intimidad sin que ellos sean conocedores de este furtivo allanamiento. Leonid irá descubriendo la parte más humana de cada miembro de la familia imperial: presenciará los desvelos de un enamorado matrimonio por su hijo enfermo de hemofilia, asistirá a las reuniones de la tímida y crédula Alejandra con su amigo Rasputín, se adentrará en el "reino de OTMA" donde la enamoradiza Olga, la bella Tatiana,  la risueña María y la pizpireta Anastasia  guardan sus secretos más inconfesables. Pero también será testigo de cómo vive el pueblo llano al que él pertenece, de los sufrimientos de su madre y su tía Nina para sobrevivir, del hambre, el descontento y la violencia que se vive en un San Petersburgo arruinado por una guerra que dura ya demasiados años.

OTMA (Olga, Tatiana, María, Anastasia) y Alexis
 

Leonid Sednev, ya nonagenario, decide poner negro sobre blanco estos recuerdos, dejar testimonio de lo que presenció en esa época tan convulsa para Rusia, de esas conversaciones que eran de importancia capital para el futuro del país y que no supo entender en su momento,  de esas escenas íntimas durante el cautiverio que humanizan la figura de estos ilustres personajes, de ese amor que sintió por una de las grandes duquesas, de las intrigas y conspiraciones de las que fue testigo involuntario y que arrojarán luz sobre temas tan controvertidos como el del asesinato de Rasputín. Y lo hace desde una posición imparcial, dejando que el lector juzgue por sí mismo a la luz de los hechos.
 
Hay tanto de qué hablar sobre El testigo invisible que abarcarlo todo alargaría demasiado esta reseña que lo único que pretende es haceros una idea de lo que vais a encontrar entre sus páginas. Una novela a la que no le falta de nada: historia, amor, política, guerra, conspiraciones, desilusiones. Una novela que nos retrata los últimos días de la familia Romanov, desde la suntuosidad de los años previos a la Revolución bolchevique hasta los últimos momentos en aquel sótano de Ekaterimburgo con una gran maestría, humanizando a los personajes y tejiendo además una historia que parece surgida de la realidad y que no deja cabos sueltos.

OTMA durante su cautiverio
 
Un contexto histórico perfectamente dibujado, una trama con unos mimbres sólidos y bien urdidos y una gran cantidad de personajes perfectamente construidos que nos dan una visión global de la época hacen que leer El testigo invisible sea toda una delicia y no puedas dejar de leer a pesar de tratar sobre un tema tan manido como es los últimos años del zarismo y de la familia imperial rusa. Carmen Posadas no ha dejado nada fuera de este libro, toca todos los temas: la política, la sociedad, la familia, el gobierno, la tradición, el espionaje. Y todos los temas están perfectamente integrados dentro del argumento y  justificados por él. Ha hecho verdadero encaje de bolillos con la cantidad de información que manejaba y le ha resultado una obra redonda. Una termina de leer la novela pensando que ojalá hubiese existido este libro cuando estudiaba en el instituto la Revolución Rusa.
 
 
"La vida privada de los que han hecho historia está compuesta, ya se sabe, de luces y de sombras. Algunos testigos gustan recrearse en las luces, mientras son multitud los que prefieren relatar
sólo las sombras, cuanto más negras y alargadas, mejor.
Personalmente me interesan más los claroscuros.
Pienso que, como en el arte de los pinceles, son ellos los que logran trazar el retrato perfecto".





viernes, 19 de julio de 2013

Sorteos veraniegos





Hola a tod@s. Desde que acabaron las clases no tengo tiempo de casi nada, mucho menos de apuntarme a sorteos pero hay algunos que no quiero dejar escapar así que aquí me tenéis, madrugando para hacer esta entrada. Os dejo los banners que os llevarán a las bases.
 
 
 
 
Premio: Tres ejemplares de La tumba compartida, de Antonia Romero
Plazo: Hasta el 24 julio
 
 

 
Premio: Dos ejemplares de El último pasajero, de Manel Loureiro
Plazo: hasta el 31 de agosto
 
 
 
 

Premio: Un ejemplar de La princesa Tarakova, de J. P. Danielevsky
Plazo: hasta el 31 de julio
 
 
 
 
Premio: 20€ para gastar en booky o Amazon
Plazo: hasta el 20 de agosto
 
 
 
 
Premio: un ejemplar de El club del té, de Vanessa Greene
Plazo: hasta el 1 de agosto



Premio: Un ejemplar de El último pasajero, de Manel Loureiro
Hasta el 26 de julio
 
 
 
Nos seguimos leyendo. Sed felices.

domingo, 14 de julio de 2013

'Inferno' de Dan Brown



Título: Inferno
Autor: Dan Brown
Editorial: Planeta
Año de edición: 2013
ISBN: 978-84-08-11417-8
Páginas: 640
 
 
 
Con respecto a Dan Brown hay abierto un auténtico debate entre partidarios y detractores.  No voy a ser yo la que lo alimente más, cada uno tendrá su propia opinión y es respetable. Así es que soy consciente de que quizá alguno de vosotros seréis reticentes a darle una oportunidad a este autor. Incluso puede que se la hayáis dado anteriormente y no os haya satisfecho. Quizá sois de los que  ven en sus novelas un afán demasiado comercial, entendiendo comercial en su acepción más negativa, la de una literatura pensada exclusivamente para el disfrute inmediato sin mayores pretensiones. Algo así como la fast food en la literatura.  Es cierto que la prosa que nos ofrece este autor no es merecedora del Nobel, o de una estrella Michelin si seguimos con el símil culinario, pero cumple con creces lo que promete: entretenimiento puro y duro. Lo tomas o lo dejas, es lo que hay. En mi caso, de vez en cuando me apetece una hamburguesa con patatas, esta no es una hamburguesa cualquiera, en esta ocasión se trata de alta cocina aunque el plato sea de lo más normalito.
Dan Brown ha dado con una fórmula de éxito y la está explotando al máximo. ¿Vosotros qué haríais? Difícil disyuntiva. Él también lo tiene difícil porque superarse en cada nuevo libro es francamente difícil. Con Inferno creo que el autor ha logrado una de sus novelas más redondas, en la que todo cuadra, todo está bien atado.
"Los lugares más oscuros del infierno están reservados para aquellos que mantienen su neutralidad en épocas de crisis moral. Para Langdon, el significado de esas palabras nunca había estado más claro: En tiempos peligrosos, no hay mayor pecado que la pasividad."
El protagonista de sus últimas obras, Robert Langdon, un atractivo catedrático de simbología de Harvard tiene que seguir una serie de pistas relacionadas con obras de arte para conseguir salvar al mundo de alguna catástrofe. Quien amenaza al mundo esta vez es un eminente científico ayudado por el Consorcio, una organización de dudosa moral. Es habitual en sus novelas que siempre, y casualmente, Langdon esté acompañado por alguna guapa señorita (que un profesor cincuentón con chaqueta de tweed como protagonista queda muy soso). Es cierto que el patrón es invariablemente el mismo, con alguna salvedad, pero no por ello deja de ser sumamente entretenido. Las novelas de Brown te enganchan, quieres saber cómo resolverá las pistas, qué giro dará la historia y, por supuesto, cómo acabará. Y esto Brown lo vuelve a hacer, y mejor que en otras ocasiones. Esta vez nos presenta a un Langdon amnésico que se despierta a miles de kilómetros de su país, en Italia, sin saber qué hace allí y cómo ha llegado. Iremos averiguando qué ha pasado para llegar a esa situación al mismo tiempo que el propio protagonista y no nos dejará un momento para respirar. A través de capítulos bastante cortos y de lectura muy ágil, la búsqueda de las pistas para resolver el enigma y, al mismo tiempo, deshacerse de sus perseguidores sirve de excusa al autor para mover a sus protagonistas por alguna de las ciudades más bonitas que he visitado y creo que visitaré: Florencia, Venecia o Estambul. Surcar las aguas del Gran Canal y divisar la basílica de San Marcos desde el embarcadero del Palacio Ducal,  visitar el Duomo o el Ponte Vecchio y conocer algunos secretillos que se esconden en estos monumentos tan admirados, para mí ha sido toda una gozada. Las pistas que Langdon irá descifrando junto a su acompañante accidental Sienna Brooks, tienen todas que ver en esta ocasión con La Divina Comedia de Dante Alighieri. Un atractivo más a sumar a los ya citados puesto que la investigación nos servirá para conocer algunos datos curiosos sobre la vida y obra de este poeta florentino.
Dan Brown tiene una gran habilidad para sorprender al lector, cuando pensamos que irá en una dirección se saca de la manga algo que nos descoloca. Siempre mantiene el suspense, el lector nunca se puede confiar. La novela da muchos giros pero todos ellos son muy creíbles, algo que chirriaba en otras novelas suyas como El símbolo perdido, más flojita que ésta. El final también es más convincente que en otras novelas del autor pero añade una cuestión moral que a mí me ha dejado un regusto amargo. No os contaré por qué, evidentemente.
Lo dicho, quizá dentro de unos meses no recuerde cada paso que dio Langdon hacia la resolución del enigma o no recuerde los nombres de los protagonistas. Quizá no deje el poso que otros autores dejan en mi memoria pero algo sí recordaré: disfruté leyéndolo. Mucho.
 
 
 
 
Reseña realizada para Momentos de silencio compartido por Lu de Mi mundo con dos lunas
Gracias a Editorial Planeta por facilitarme el ejemplar.


jueves, 11 de julio de 2013

'La noche en que Frankenstein leyó El Quijote' de Santiago Posteguillo

Titulo: El año en que Frankenstein leyó El Quijote
Autor: Santiago Posteguillo
Editorial: Planeta
Año de edición: 2012
ISBN: 978-84-08-00961-0
Páginas: 240
 
 
¿Quién escribió las obras de Shakespeare? ¿Qué libro perseguía el KGB? ¿Qué novela ocultó Hitler? ¿Quién pensó en el orden alfabético para organizar los libros? ¿Qué autor burló al índice de libros prohibidos de la Inquisición? Estos y otros enigmas literarios encuentran respuesta en las páginas de La noche en que Frankenstein leyó el Quijote, un viaje en el tiempo por la historia de la literatura universal de la mano de Santiago Posteguillo, uno de los novelistas históricos más reconocidos por la crítica y el público de los últimos años. Y un profesor de literatura… poco convencional.
 
Lo primero que nos llama la atención de este libro es el título y su portada.  A cualquiera que disfrute un poco con la literatura le seduce la idea de que el ser creado por el profesor Frankenstein -aquel monstruo torturado por el odio que llorara la muerte de su creador- demostrase su sensibilidad leyendo una de las obras cumbres de la literatura universal. Y, en cierto modo, así fue. Pero sólo en cierto modo. Esta es una de las anécdotas o curiosidades que nos podemos encontrar en este compendio de pequeños relatos, todos ellos relacionados con los libros o sus autores. Unos textos por los que desfilarán, entre otros,  algunos nombres ilustres de la literatura universal. Un impostor William Shakespeare, un arruinado Sir Walter Scott, un confiado Cervantes, un "prolífico" Alejandro Dumas, un "agradecido" José Zorrilla, un ludópata Dostoievski, un paciente Pérez Galdós, un hastiado Conan Doyle o una perseverante Jane Austen. Todos ellos nos mostrarán una parte que solemos desconocer del proceso creativo de una obra. Rechazos, casualidades, guerras, negros (ghostwriters), huidas, reflexiones sobre la tecnología... todo tiene cabida en este libro y todo ello me ha resultado sumamente atractivo e interesante.
 
A lo largo de los capítulos, que he leído en un suspiro debido a su brevedad y al ágil estilo del autor, Santiago Posteguillo nos ofrece de forma novelada lo que muchos llamarían "culturilla general" que nos hará quedar como dioses en cualquier reunión de amiguetes. La pega:  que trata tan por encima los temas, tan resumidamente, que te quedas con el concepto pero desearías profundizar más en cada asunto. Posteguillo da a veces (no en todos los casos) por verdaderas meras hipótesis, como que William Shakespeare en realidad no fue el autor de las obras que se le atribuyen, por lo que si lo que buscáis es un libro erudito y con toda clase de documentación sobre curiosidades literarias esta no es vuestra opción. Si, en cambio, queréis fantasear un poco con lo que pudo ser la historia tras alguno de los libros más importantes de la historia de la literatura universal y, además, pasar un buen rato, no lo dudéis La noche en que Frankenstein leyó El Quijote os va a encantar.
 
Sin duda leeré alguna obra más de este autor que he descubierto con estos relatos pero que destaca por sus novelas históricas -la Trilogía de Escipión, por ejemplo- que aún no he tenido el placer de leer. Y es que Santiago Posteguillo sabe cómo crear interés en el lector, aunque en los relatos casi siempre ha usado la mismo fórmula y resulta un tanto reiterativa: desvelarnos el nombre del escritor sobre el que trata el relato cuanto más tarde mejor. Un lenguaje escogido y una estructura muy dinámica han hecho que el libro me haya durado una sentada. Interesantísima opción para leer en cualquier momento.


 

lunes, 1 de julio de 2013

'El silencio de tu nombre' de Andrés Pérez Domínguez

 
Título: El silencio de tu nombre
Autor: Andrés Pérez Domínguez
Editorial: Plaza & Janés
Año de edición: 2012
ISBN: 9788401353260
Páginas: 608
 
Se me hace difícil hablaros de esta novela, son tantas las cosas que he de decir que no sé por dónde empezar. Quizá debiera contaros que se trata de una novela negra donde engaños, huidas y asesinatos están a la orden del día. Pero definirla simplemente así es quedarse muy corto porque en ella no sólo encontramos acción e intriga, también hay momentos que invitan a la observación de una época histórica y, por supuesto, para el romance.

"Uno calla, sin darse cuenta, sin ser consciente de lo que está pasando
quizá hasta mucho tiempo después, o acaso no se entera nunca o no lo entiende,
pero había mucho tiempo que Navarro comprendió, y aceptó,
que había llegado el momento en que no querría sino pronunciar
el nombre de una mujer el resto e su vida. A veces se sorprendía en silencio,
y esa ausencia de voces no era más que la presencia evidente, deliciosamente inevitable,
de Erika.
El nombre de ella presente en cada suspiro, en cada gesto insignificante.
Como un sonámbulo. Como un demente. El nombre de ella en cada silencio."
 
Cinco años después de acabar la II Guerra Mundial, Erika Walter tiene que dejar su tranquila vida de profesora de piano en Salzburgo y escapar hacia Madrid. El motivo que la lleva a viajar a España son unos documentos que su marido, huido agente de la Abwerh, le confiara antes de desaparecer y que ahora alguien busca a toda costa. A Madrid llega dispuesta a negociar con quienes desean estos comprometedores papeles y hasta allí viajará para socorrerla su amante, Martín Navarro, comunista exiliado que luchó en el ejército rojo. Martín vive en París como traductor de textos rusos y arriesga su propia vida volviendo a España porque no sólo el régimen de franco lo persigue, también sus propios compañeros del partido comunista le buscan por considerarlo un traidor.
 
Así es como comienzan las peripecias de esta pareja de amantes que se verán envueltos en más de un lío huyendo de toda clase de perseguidores y en cuya relación pronto se instalará una semilla de duda, un suspicacia que habrá que salvar porque en esta novela hay demasiados secretos, demasiados silencios, demasiadas incógnitas. Un argumento tan complejo de urdir como fácil de leer. Esa es una de las grandes virtudes de esta novela, que su aparente complicación va deshaciéndose como una madeja de lana de la cual el lector va estirando suavemente.
 
La relación entre Erika y Martín se nos da a conocer a la vez que seguimos sus pasos por Madrid y Sevilla en busca de una solución al problema de los documentos, mediante flashbacks que nos llevarán a la Berlín de los últimos días de Hitler. Es en estas escenas retrospectivas donde mejor podemos comprenderlos, donde se muestran más ellos mismos, y las partes que más me han gustado con respecto a la pareja. Pero en esta aventura los amantes no son los únicos protagonistas.   El silencio de tu nombre tiene "secundarios" de lujo, que el autor ha retratado magistralmente y que son una de las principales bazas con las que cuenta esta novela. Son estos personajes un gran acierto y me hubiese gustado conocerlos todavía un poco más. Una poderosa banquera de profundas creencias religiosas, un joven periodista de inmaculados ideales, un desilusionado espía americano, unos nazis en la cuerda floja, un inspector de policía del atleti, una chica de mala vida en busca de redención, funcionarios hinchados por la corrupción, falsificadores jubilados, aristócratas buscando acción. Todos ellos nos sumergen en la España de los años 50, en un Madrid gris y sombrío que aún no se ha deshecho de los miedos de la guerra. Un Madrid cauteloso y suspicaz, que mira de reojo al de al lado y no se fía ni de su propia sombra. Un Madrid que habla bajito para que nadie le oiga y le denuncie al régimen por traición, por rojo o por Dios sepa qué. Que encuentra desahogo en el fútbol y ofrece abrigo a los noctámbulos en garitos de mala reputación. Un ambiente retratado fantásticamente por Andrés Pérez Domínguez y que sirve de telón de fondo para ver desfilar personajes que no son héroes, que se adaptan a las circunstancias, que se cuestionan cosas, que sufren. Que simplemente viven.
 
 
"Cualquier cosa que estuviera pasando, era demasiado grande para él y para su escasa experiencia.
Lo que hasta ahora había sido un juego más o menos arriesgado se había convertido
en una cuestión de vida o muerte, como una partida en la que había subido las apuestas
 y él no tuviera dinero con el que responder.
Y lo peor no era que no le hubieran repartido buenas cartas en esa mano,
sino que ni siquiera estaba seguro de saber jugar."



 

*Mi agradecimiento a Plaza & Janés por el envío del ejemplar